Aclarando los conceptos
¿Qué es la salud?
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un completo estado
de bienestar en los aspectos físicos, mentales y sociales” y no solamente la
ausencia de enfermedad. Esta definición forma parte de la Declaración de
Principios de la OMS desde su fundación en 1948. En la misma declaración se
reconoce que la salud es uno de los derechos fundamentales de los seres humanos,
y que lograr el más alto grado de bienestar depende de la cooperación de
individuos y naciones y de la aplicación de medidas sociales y sanitarias.
Aspectos
destacados relacionados con esta definición:
• Igualdad
de los conceptos de bienestar y de salud.
•
Integración de los aspectos sociales, psíquicos y físicos en un todo armónico.
• Adopción
de un marco común para el desarrollo de políticas de salud por parte de los
países firmantes.
La salud
debe entenderse como un estado que siempre es posible de mejorar y que implica
considerar la totalidad de los individuos, relacionados entre sí y con el medio
ambiental en que viven y trabajan.
– El
trabajo es fuente de salud. Mediante el trabajo, las personas logramos
acceder a una serie de cuestiones favorables para la mantención de un buen
estado de salud. Una comunidad o un país mejoran el nivel de salud de su
población cuando aseguran que todas las personas en condiciones de trabajar
puedan acceder a un empleo que satisfaga no sólo sus necesidades económicas
básicas, sino que llene también los otros aspectos positivos del trabajo, de
los cuales aquí sólo se enumeran algunos.
• Salario:
el salario permite a su vez la adquisición de bienes necesarios para la
mantención y mejoramiento del bienestar individual y grupal; en las formas de
trabajo no asalariado, el producto del trabajo puede servir directamente una
necesidad o ser intercambiado por otros bienes.
• Actividad
física y mental: los seres humanos necesitamos mantenernos en un adecuado
nivel de actividad física y mental, en forma integrada y armónica, para
mantener nuestro nivel de salud; en ese sentido, cualquier trabajo es mejor
para la salud que la falta de trabajo.
• Contacto
social: un adecuado bienestar social es imposible sin un contacto con
otros, que a su vez tiene múltiples beneficios: cooperación frente a
necesidades básicas, apoyo emocional, desarrollo afectivo, etc.
• Desarrollo
de una actividad con sentido: el trabajo permite que las personas podamos
“ser útiles” haciendo algo que estamos en condiciones de hacer y que sirve a
una finalidad social; desde ese punto de vista, el trabajo permite “pertenecer”
a la comunidad y sentirse satisfecho con sus resultados.
• Producción
de bienes y servicios necesarios para el bienestar de otros individuos y
grupos: todos los trabajos producen algo para otros, por lo tanto, mejoran
el bienestar de los demás.
– El
trabajo puede causar daño a la salud. Las condiciones sociales y materiales
en que se realiza el trabajo pueden afectar el estado de bienestar de las
personas en forma negativa. Los daños a la salud más evidentes y visibles son
los accidentes del trabajo. De igual importancia son las enfermedades
profesionales, aunque se sepa menos de ellas.